¿COMO LIMPIAR UN SOFÁ DE TELA?
Los sofás con tapicería de tela, son cómodos y elegantes, pero al mismo tiempo pueden ser vulnerables a la manchas y al desgaste en general. Si usted tiene un sofá de tejido, es conveniente que los limpie con regularidad y reaccionar a los derrames de líquidos de inmediato para evitar las manchas. De esta manera con un correcto mantenimiento preservará el aspecto y la textura de su sofá.
¿Cómo limpiar un sofá?
Con el tiempo la superficie de la tapicería del sofá va absorbiendo suciedad, polvo y ácaros. Por eso una vez al año es recomendable hacer una limpieza a fondo del sofá.
Sobretodo en caso de los sofás cheslong, al poder poner los pies encima, sufrem mucho más de suciedad en esa zona.
Para ello empezamos con un buen aspirado, como cuando realizamos el mantenimiento, y seguidamente disponemos de 3 opciones:
- Actualmente existen en el mercado diferentes productos para la limpieza de las tapicerías, como espumas, espray etc. Una vez pulverizada toda la superficie, has de esperar que el producto actúe (cada fabricante dispone de un tiempo, es importante leer sus instrucciones) y a continuación con una esponja frotar en círculos para retirar el producto.
- Vierte en un cubo de 5 litros agua templada y añade amoniaco, una medida aproximada de un vaso de café aproximadamente, con ayuda de un cepillo de tela suave, o una esponja, cepilla con movimientos circulares por zonas el sofá, seguidamente realiza la misma operación solo con agua templada, y una bayeta bien escurrida, para ir retirando la suciedad, deja secar naturalmente a ser posible con las ventanas abiertas.
- Si tienes una maquina a vapor, podrás acoplar el accesorio para limpieza de tapicería, que suelen llevar todos los modelos y trabajar por zonas, con esto conseguirán una gran limpieza y una eficaz desinfección.
¿Como limpiar manchas específicas?
Es recomendable tener en cuenta que las siguientes manchas pueden tratarte de manera específica:
- Manchas de sangre: Utilizar agua oxigenada varias veces hasta que desaparezca la sangre.
- Manchas como el café o chocolate: Mezclar cuatro partes de agua, una de agua oxigenada y una gota de amoniaco.
- Manchas de vino: Frotar con cepillo de uñas humedecido en agua con jabón.
- Manchas de tinta o bolígrafo: Verter leche templada en un bol, y con un paño mojar la mancha hasta que se marche.
- Manchas de pintura: Raspar los restos que sobresalen con delicadeza para no dañar la tela, y tratar los más incrustados con un quita esmalte, o un poco de alcohol.